Sobre el teólogo alemán Wolfhart Pannenberg y su conceptuación de la relación entre Dios y la historia:
La idea cristiana de Dios no es tan diversa de la de Israel que se hiciera necesario considerar al cristianismo como una nueva religión. De lo que habla Pannenberg es de “un cambio desde dentro” de la propia tradición judía. El cambio consiste en una profundización y radicalización tal de la comprensión de la historia como medio de la automanifestación de Dios, que el pensamiento y las representaciones míticas quedan totalmente supeditadas a la historia de Dios. Esta se focaliza ahora en una historia muy particular, la del hombre Jesús de Nazaret, cuya actuación y destino son interpretados, en el contexto de la tradición del Pueblo de la Alianza, como el cumplimiento, de nuevo desconcertantemente inesperado, de las promesas de Dios sobre su manifestación definitiva por medio de su acción liberadora. El cumplimiento de la esperanza del Pueblo que aconteció en Jesucristo supone un desvelamiento definitivo de la historicidad de la experiencia religiosa, es decir, de su dependencia de la manifestación histórica de Dios, porque lo que en realidad significa es que la historia no es solo de Dios ni solo del hombre, sino una historia “divino-humana”: que Dios y el hombre están implicados –evidentemente de diversa manera– en una misma historia.
[pg. 40. Carlos I. Casale Rolle, Hermenéutica teológica como ontología escatológica a la luz de la historia de las religiones según Wolfhart Pannenberg, Teología y Vida, Vol. XLVI (2005), 5-55]