Por Matthew W. Bates (@MatthewWBates), profesor asociado de teología, Quincy University.
Problemas, sí.
¿Quién ha estado equivocándose con respecto al centro y estructura del evangelio? John MacArthur, John Piper, R. C. Sproul, Albert Mohler y Greg Gilbert. Otros conferencistas de T4G y pesos pesados de Coalición por el Evangelio también están implicados. Ellos son maestros cristianos confiables y también son buenas organizaciones. No digo que todos los afiliados están equivocados, pero hay razones para estar preocupados. Algunos líderes de alto perfil en T4G/Coalición por el Evangelio han estado afirmando que nuestra justificación por medio de la fe es el centro del evangelio, pero las Escrituras no dicen que esta sea siquiera parte del evangelio. Para ver evidencia de lo que han estado afirmando, lea mi artículo anterior o mi presentación más completa en Gospel Allegiance. Aquellos que piensan que esto solo se trata de personas hablando sin entenderse y que, por lo tanto, no hay recompensa práctica o teológica en todo esto, probablemente son lo que tienen más por aprender.
Mi artículo anterior tocó un nervio sensible. Mejor aún, tocó un nervio central. Fue compartido varias veces de manera inmediata y traducido rápidamente al Español, Portugués y Árabe. El artículo de Scot McKnight también recibió una muy buena respuesta. Sin duda, esto no tiene nada que ver con la calidad de nuestro escrito, sino con la importancia del evangelio. Debido a que la aptitud de conferencistas de alto perfil en T4G/Coalición por el Evangelio fue puesta en duda con respecto a su misión central, la conversación explotó. Quizá también se debió a que el tema de la conferencia T4G20, “Confiado con el Evangelio”, ahora se sitiera teniendo una ironía especial.
Sin embargo, en mi artículo anterior me equivoque. Yo exprese esperanza en que estos líderes de T4G (“Together for the Gospel” o “Juntos por el Evangelio”) y TGC (“The Gospel Coalition” o “Coalición por el Evangelio”) estaban comenzando a cambiar. La base de esto fue el reciente sermón de Greg Gilbert en T4G20 (transcripción). Él evitó la estructura incorrecta de Dios-hombre-Cristo-respuesta para definir el evangelio que domina su libro previo. Su sermón, por otro lado, presentó el evangelio del reinado de Jesús. Debido a que el sermón tiene como título “¿Qué es y qué no es el Evangelio”, esperaba que esto significara que los líderes de T4G/Coalición por Evangelio estaban empezando a reordenarse. Pero Gilbert dice que no está ocurriendo ningún cambio. Esto solo causa más lástima.
¿Son las acusaciones correctas? Muchos han opinado, incluyendo a varios eruditos bíblicos profesionales – Michael Bird, Jackson Wu, Nijay Gupta, Michael Barber y Chris Kugler. Ellos han escrito artículos que se inclinan a la postura tomada por Scot McKnight y por mí. Hasta donde sé, ningún erudito ha posteado un artículo favoreciendo la afirmación de Gilbert de que la justificación personal y nuestra respuesta de fe es intrínseca al evangelio. Puede ser que se me haya escapado uno. Es muy temprano para sugerir que está emergiendo un consenso que pronuncie sentencia de culpabilidad de las acusaciones, pero no es muy temprano para afirmar que las acusaciones han sido levantadas.
Este artículo no busca responder a Gilbert como tal, sino que busca utilizar la ocasión para levantar preguntas más amplias acerca del evangelio. La meta precisa de mi artículo anterior era sugerir que hay un problema con respecto al evangelio entre algunos líderes de t4G/Coalición por el Evangelio. Ahora me muevo a algo más crucial: evidencia y posibles correcciones. Sin embargo, primero tengo que clarificar de qué se trata esto y de que no, ya que las aguas están más enlodadas desde la primera vez que escribí.
Por una parte, estoy contento que las aguas hayan sido agitadas. Greg Gilbert decidió responder. Estoy animado. Fue una respuesta bien pensada. Aprecio su candor. Se ve que él está dispuesto a dialogar y a aprender. Incluso hizo un par de preguntas. Scot y yo apreciamos esto. También queremos seguir aprendiendo de él y de otros. Es alentador cuando los cristianos pueden tener un diálogo cordial mientras se contiende por la verdad. Estoy seguro de que si Greg Gilbert y yo nos sentáramos a tomar una cerveza y charláramos acerca de las Escrituras, la vida familiar y el baseball, lo disfrutaríamos. (Espera, ¿está bien tomar una cerveza?) Si esto sucediera, seguramente nos daríamos cuenta de que estamos de acuerdo en casi todas las verdades centrales del cristianismo. Consecuentemente, muchos se preguntan si los desacuerdos que quedan sería mejor arreglarlos en privado. Pero esto malentiende lo que la teología pública es. La teología pública se debe mantener sensible a las dinámicas interpersonales, pero tiene metas diferentes. Confío en que Gilbert y yo pensamos que vale la pena mostrar nuestro desacuerdo públicamente si el polvo levantado permite que después se le dé brillo a la verdad de tal manera en que la iglesia gane una mayor precisión en el evangelio.
Por otra parte, enlodadas era la palabra correcta. Porque para aquellos que buscan claridad acerca del evangelio o acerca de lo que McKnight y yo comúnmente enseñamos, a pesar de algunos momentos iluminadores, la respuesta de Gilbert malamente ofusca.
Gilbert utiliza la primera parte de su respuesta tratando de distanciarse de las marcas de T4G/Coalición por el Evangelio. Estoy muy seguro de que las personas más influyentes en T4G/Colación por el Evangelio están agradecidas por esto, ya que el título del artículo de Gilbert se acerca sorprendentemente a lo menos cristiano que una persona podría decir: “’Jesús es Rey’ no son Buenas Noticias”. Afortunadamente, Gilbert es definitivamente un hermano Cristiano y su verdadera intención es decir lo opuesto. Seamos claros acerca de esto: que “Jesús es Rey” no son buenas noticias no es el mensaje que Gilbert, T4G o Coalición por el Evangelio realmente quieren comunicar. [Atención: 9Marks ahora ha cambiado el título de Gilbert: “Una Respuesta a Scot McKnight y Matthew Bates”].
Sin embargo, aún mientras intenta distanciarse a sí mismo, Gilbert se delata. Él reconoce que está caminando cercanamente con el liderazgo de T4G/Coalición por el Evangelio: “No creo que haya dicho nada en esa plática con lo que los líderes de T4G o Coalición por el Evangelio estén en desacuerdo y aprecio que uno o dos de ellos lo hayan dicho en varias plataformas de las redes sociales”. Si, la respuesta personal de Gilbert es de él. Pero no dejen que sus gestos los extravíen. Gilbert y otros líderes clave de T4G/Coalición por el Evangelio reconocen que la enseñanza de Gilbert acerca del evangelio y la salvación es representativa de estas organizaciones.
Esto era y es acerca de los extendidos errores con respecto al centro y estructura del evangelio entre líderes de alto perfil en T4G/Coalición por el Evangelio.
¿Por qué el Evangelio promovido por Gilbert y algunos líderes de T4G/Coalición por el Evangelio es incorrecto?
1. Falacias básicas de interpretación bíblica con respecto al “evangelio” (euangelion). Greg Gilbert, John Piper (The Future of Justification, p. 86-91) y otros que siguen su línea de pensamiento combinan dos muy conocidos errores de interpretación bíblica. Un trato simplista de la raíz (la “falacia de raíz” o error etimológico) causa que ellos no pongan suficiente al contexto antiguo. Debido a que la palabra euangelio nos llegó de eu- (“bueno”) y angelion (“noticias” o “mensaje”), ellos asumen que debe significar buenas noticias personales para ti y para mí o simplemente no podrían significar “buenas noticias”. Sin embargo, en el NT y su mundo, euangelion frecuentemente se refiere a un anuncio real, como lo son las noticias de un nuevo rey, para el público en general sin importar si el anuncio resultase ser bueno para ti o para mí personalmente. Esto es, lo bueno en las buenas noticias no son intrínsecamente un bien personal.
Por ejemplo, cuando Vespasiano se convirtió en Cesar, el suceso fue anunciado como buenas noticias (euangelia) para el imperio antes de que él hubiera hecho cualquier cosa buena o mala y sin preocupación de sus intenciones hacia individuos específicos (Josefo, Las Guerras de los Judíos 4.618, 4.656). Todos sabían que el ascenso de Vespasiano significaba que algunos individuos específicos se beneficiarían y que otros serían condenados. Aun así, en el mundo antiguo todavía era apropiado llamar a dicho evento “buenas noticias” para el imperio entero sin considerar los resultados individuales. Con respecto a esto, la afirmación de Gilbert, “Para que sean buenas noticias, nosotros tenemos que saber lo que este reino planea hacer – si planea aplastar o salvar, condenar o perdonar”, no está basada en una investigación correcta.
De hecho, la primera vez que esta palabra euangelion aparece en la Biblia, vemos el porqué. Un heraldo trajo a David lo que él consideró ser las “buenas noticias” de la derrota y muerte de Saúl, pero David mandó matar al hombre (2 Sam 4:10). ¡Todavía son llamadas “buenas noticias” en las Escrituras a pesar de que David mandó matar al hombre por anunciarlas! Ya que un individuo es aplastado y condenado por el rey, esto es precisamente lo opuesto a lo que Gilbert dice que debe definir la esencia de las buenas noticias. Estas probaron ser supremamente malas noticias para este hombre; aun así, el mensaje del heraldo es llamado “buenas noticias” en la Escritura porque el heraldo se refería al significado más amplio de los eventos del reino que consideraba buenas noticias. Este era el uso ordinario. Este también es uno de los muchos ejemplos que muestra que el argumento de Gilbert es inválido.
Sí, Jesús es un rey supremamente bueno (para esto, vea Joshua Jipp, Christ Is King). Pero la bondad o malicia del rey hacia individuos específicos no controlaba a lo que palabra euangelion se refería en el mundo del Nuevo Testamento. Se refería a noticias concernientes al imperio entero separado de lo que estas noticias podrían significar para este o aquel ciudadano. La conclusión de Gilbert y de Piper, por lo tanto, está basada en un una interpretación simplista de las raíces de la palabra combinada con la falla de no tomar en cuenta el contexto antiguo lo suficiente.
2. La falla de referencia del “Evangelio”. Pero el problema para Gilbert y otros líderes de T4G/Coalición por el Evangelio es aún más severo. La palabra “evangelio” no puede referir exitosamente para nada en el Nuevo Testamento si significa lo que ellos piensan que significa. La definición del evangelio de Gilbert hace de la justificación propia y personal de cada individuo algo intrínseco del evangelio mismo en lugar de que sea un beneficio que se deriva de este.
Creo que lo estoy resumiendo justamente cuando digo que, para Gilbert, el evangelio es: Dios es justo, tú (inclusivo de cada individuo) eres un pecador, pero Jesús te ha justificado al morir una muerte expiatoria por tus pecados, así que debes responder con fe y arrepentimiento (vea Gilbert, What is the Gospel?). Para Gilbert, la justificación de cada “tú” no salvo es intrínsecamente parte del evangelio. Pero esto significaría que cuando Jesús está proclamando el evangelio en el NT, entonces cada futura justificación cristiana de personas no salvas está siendo proclamada como parte del referente dentro de su mensaje. Así que, si tú o yo aún no somos “salvos”, el mensaje se refiere a “ti” y a “mí” aunque no hayamos nacido todavía. Pero esto no tienen sentido ¿o sí?
La verdad es esta: cuando encontramos la palabra “evangelio” en el Nuevo Testamento, el evangelio no es acerca de mí (no se refiere a mí), pero las promesas del evangelio son para todos, incluyéndome a mí. Si escojo aceptar el evangelio, sus beneficios,como la justificación, la adopción y el perdón, son aplicados a mí por el Espíritu Santo.
3. El fracaso de distinguir entre el trabajo objetivo de Cristo por un grupo y la apropiación subjetiva de un individuo. Aquí estoy hablándole solo a Gilbert y no a los otros líderes de T4G/Coalición por el Evangelio que he mencionado, ya que este es un problema con su análisis. Sin embargo, no sé qué tan lejos se extienda el problema. Parte del evangelio es que “el Cristo ha muerto por nuestro pecado conforme a las Escrituras” (1 Co 15:3). La obra salvadora del rey ha sido decisivamente completada en lugar de su pueblo. Pero eso no significa que cada individuo que se convertirá en un cristiano ya la ha experimentado.
La salvación es acerca de un grupo de personas primero, individuos segundo. La declaración más clara que describe el propósito del evangelio en las Escrituras indica que esta es “para la obediencia de pistis en todas las naciones”. Esto es mejor entendido como obediencia leal o lealtad a Jesús como Mesías, el Señor, el Rey (vea Rom 1:2-5; 16:25-26; Bates, Gospel Allegiance, p. 68-73). El propósito de Dios es crear un pueblo para sí mismo. Después de su entronamiento como rey, Jesús derrama su Espíritu en un grupo, llenando a cada individuo. Cuando cada persona inicialmente entra a salvación, ella o él no entra en aislamiento. La iglesia justificada siempre existe previamente. Mientras el Padre e Hijo envían al Espíritu a la iglesia, en nuestra declaración de lealtad (normalmente en el bautismo) nosotros somos envueltos en la comunidad justificada y llena del Espíritu de tal manera que somos justificados y tenemos el Espíritu también. Hay una dimensión objetiva/corporativa (la iglesia existe como una comunidad justificada) y una dimensión subjetiva/individual (una persona no es justificada hasta que entra en ella).
Aquí hay otra manera de verlo. La clásica distinción teológica es entre la historia salutis (Los actos salvíficos de Dios en la historia) y el orodo salutis (la secuencia por el cual un individuo llega a experimentar la salvación). Aunque algunas versiones del ordo salutis son problemáticas (vea Bates, Salvation by Allegiance Alone, p. 166-75 para discusión), aun así, uno puede decir que, en la cruz, Jesús ganó justificación objetivamente a través de su obra completada como parte de la historia de la salvación para cualquiera que ultimadamente venga a ser encontrado “en él”. Eso nunca puede cambiar. La posibilidad y promesa de que podemos ser justificados por fe es parte del evangelio en este sentido. Aun así, un individuo no experimenta el beneficio salvífico de la justificación hasta que ella o él den su lealtad confiable a Jesús como rey. Esto es, la apropiación subjetiva y personal de la salvación no es parte del evangelio propio, sino que es uno de los beneficios aplicados. La justificación individual es parte del evangelio como una potencialidad, pero no como una actualidad realizada.
4. Un método defectuoso lleva a una estructura y un centro defectuoso. No quiero hacer leña del árbol caído ya que McKnight ya ha lidiado con Gilbert acerca de esto aquí y aquí (y en The King Jesus Gospel). El mejor método para definir el evangelio es ver los pasajes de la Escritura que proveen contenido explícito del evangelio y la estructura general de los Cuatro Evangelios (ej., Marcos 1:14-15; Lucas 4:18-19; Rom 1:2-4; 1 Co 15:3-5; 2 Tim 2:8, los sermones en Hechos). Esto es lo que hago en Gospel Allegiance. Cuando hacemos esto, encontramos que el evangelio es una narrativa acerca de cómo es que Jesús se convirtió en el rey salvador.
El evangelio es que Jesús el rey:
- Preexistió como Dios el Hijo,
- fue enviado por el Padre,
- tomó forma humana en cumplimiento con las promesas de Dios a David,
- murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras,
- fue sepultado,
- fue resucitado en el tercer día conforme a las Escrituras,
- apareció a muchos testigos,
- está entronado a la mano derecha de Dios como Cristo gobernador,
- ha enviado al Espíritu Santo a su pueblo para efectuar su reino y
- vendrá otra vez como juez final para gobernar.
(Bates, Gospel Allegiance, p. 86-87)
Esta narrativa tiene un clímax en lugar de un centro: Jesús se ha convertido en el rey salvador. El evangelio incluye una expiación sustitutoria y una victoria. Es una narrativa acerca de Jesús, pero no es una historia inerte, Dios la usa para traer salvación a todos los que den lealtad al rey (Rom 1:16-17). Gilbert usa principalmente Romanos 1-4 para definir el evangelio y a su centro, pero, haciendo esto, él simplemente impone la teología de estos capítulos a su definición – y eso en maneras problemáticas (vea aquí y aquí). Esta es la razón por la que su evangelio está definido por una estructura incorrecta de Dios-hombre-Cristo-respuesta. La versión deficiente del evangelio de Gilbert es la misma que usa 9Marks.
Sé que muchas personas odian los desacuerdos teológicos y preferirían vernos vivir en armonía inquebrantable, tocando guitarras y cantando alabanzas juntos. Bueno, a mí tampoco me gusta discutir innecesariamente. Pero el diálogo público es vital para la erudición y teología cristiana. Un dolor pasajero ojalá pueda llevar a ganancias duraderas.
Corregir estas deficiencias con respecto al evangelio tiene recompensas prácticas pastorales, ecuménicas y misionales. Tengo mucho más que decir acerca de esto y he hablado de ello en otros lados. Aquí solo diré lo siguiente: un evangelio que enfatiza la confianza personal que las promesas de Dios son verdad en Jesús, el salvador, se ve diferente en la práctica a uno que recalca la lealtad de las naciones a un rey victorioso que otorga beneficios salvíficos. El verdadero evangelio deja al Padre, al hijo rey, y al Espíritu en el centro referencial del evangelio y remueve al “yo”, dando a Dios más gloria. El discipulado está mejor integrado. Además, si ubicamos equivocadamente nuestra justificación personal, haciéndola interna al evangelio en lugar de hacerla un beneficio, la justificación puede ser utilizada de mala manera como arma para dividir a la única y verdadera iglesia que afirma el evangelio. Esto es casi lo opuesto del propósito actual de la justificación para la iglesia. Localizarla apropiadamente nos ayuda a progresar hacia una reconciliación ecuménica.
En este artículo, he mostrado, principalmente, evidencia de que la versión del evangelio de Gilbert, la cual es representativa de la que enfatizan T4G/Coalición por el Evangelio generalmente, contiene inexactitudes. No importa cuánto la quieran tapar, la olla se ha destapado: los conferencistas de T4G/Coalición por el Evangelio, como John MacArthur, John Piper, R. C. Sproul y Albert Mohler, se han estado equivocando por años con respecto al centro y estructura del evangelio. Gilbert dice que ningún cambio en este lado está sucediendo actualmente.
Dada la influencia que estos líderes tienen, es angustioso pensar que puedan persistir en un camino de error en lugar de emprender una corrección de dirección. Pero en lo que a mí respecta, esta conversación está comenzando. Y soy optimista que los líderes pertinentes de T4G, Coalición por el Evangelio y 9Marks, eventualmente reconocerán que su versión del evangelio está chueca un par de marcas. Confío que el Espíritu Santo nos estará guiando a todos hacia la verdad.
La version original fue publicada aquí en ingles: Why T4G/TGC Leaders Must Fix Their Gospel
Acerca del traductor. Este escrito fue traducido por David Martínez. En la actualidad, David cursa una maestría en teología (M.Th. Biblia) en el Seminario Teológico Centroamericano (SETECA) en Guatemala. Puede seguir su trabajo en su sitio web Teología & Exégesis y conectar con él en las redes sociales.