Hace poco le comente a un amigo que estaria impartieno un curso de maestría sobre etica cristiana. Y su respuesta fue provocadora. Me dice: “¿Etica cristiana? ¿Acaso no será un oximoron?” ¡Touché!
La reacción no es del todo extraña. Si por ética entendemos la praxis en su cualidad y apreciación moral, parecería que la ética con adjetivación cristiana es más que un invento de los cristianos/as para declarar aquello que es moral o inmoral, quedándose muchas veces cortos de lo que pretenden predicar y ver en otros.
Pero la ética cristiana, ética matizada desde la cosmovisión de la fe cristiana, no es simplemente el reclamo de aquello que es moral o inmoral de forma estipulativa. Sino que pretende ser una reflexión practica de los fundamentos últimos que informan toda la praxis humana en su consideración moral, basado en el evangelio de Jesucristo y el testimonio de las Escrituras qua acto comunicativo de Dios que tiene el potencial de formar el carácter y practica humana a la luz de lo Dios esta haciendo para reconciliar todas las cosas en Jesucristo a través de su Espíritu.
Reflexión moral, praxis, fundamentos, revelación, evangelio y presencia transformativa de Dios son algunas de las dimensiones que atendemos en la ética cristiana para reflexionar y orientar la accion ante la gama de asuntos que enfrentamos día a día.
Esto requiere una exploración más detallada de los diferentes sistemas éticos y cómo estos contrastan o coinciden con una cosmovisión cristiana. Nos encontramos entonces ante la necesidad de una rigurosa reflexión ante los asuntos morales contemporáneos que enlace la teología cristiana, las Escrituras, la historia del pensamiento cristiana y la experiencia actual para atender la naturaleza y justificación de la praxis y proceso de discernimiento moral en una pluralidad de situaciones.
Para los que están en mi clase el Seminario Teologico de Puerto Rico pueden pulsar en la proxima entrada del blog para bajar la letura asignada. ¡Seguimos pronto!
One Comment
Louis E. Colon
HOla, Jules. Gracias por tu comentario. Ultimamente he estado estudiando el libro de Isaias, y me encuentro enfocandome en la idea de la santidad de Dios en relacion al ser humano como accion adoradora y como accion de justicia. Me asombro al pensar que antes, cada vez que leia un texto biblico que usaba el termino “santidad” o uno de sus derivados, pensaba en la importancia de la moralidad personal (cosas como no mentir, no pensar mal de la gente, no desear el mal ajeno… cosas que tienen mucho que ver con ser “nice”, y no tanto con servir a otros o preocuparse por los infortunios de los pobres. Pero mirando mas atentatmente a varios contextos, como el de Isaias, me encuentro fascinado viendo la conexion entre la santidad de Dios y la practica de justicia en tandem con la adoracion al verdadero Dios. As, pues, me encuentro inclinandome a la idea de que el pecado en el Antiguo Testamento tiende a ser expresado generalmente, ya en idolatria o en injusticia. Creo que el deseo de algunos predicar santidad seha enfocado demasiado en la santidad personal, y no en enfatizar en el trato servidor a otros, especialmente a los menos privilegiados.
Dios te bendiga, Jules, y gracias por tus comentarios.
Louis E. Colon