“Yo no estudio teología porque me complica el mensaje sencillo del evangelio”
“Lo importante es orar y no la opinion de hombres”
“Pero es que la palabra mata, pero el espíritu vivifica”
“Yo no sigo sistemas de hombres, solo a Jesus”
¡Ay, santo!
Si tuviera un dólar por cada vez que he escuchado declaraciones como estas, ¡tendría una buena cuenta ahorros! ” No son pocos los que con tranquila seguridad, dicen que hacer teología es algo riesgoso; pensando que podemos estudiar la Biblia y vivir la vida sin presuposiciones teológicas.
De primera impresión parecen nobles declaraciones, pues al fin y al cabo, nadie quiere intencionalmente complicar el evangelio de Jesús, ni pensar la fe en una mera abstracción y sin vivencia del seguimiento de Dios. Pero, a la misma vez es una observación un tanto ingenua porque en el momento que nos acercamos a pensar algo acerca de Dios, sobre aquello que nos trasciende, sobre la dimensión espiritual de la vida humana, o la obra e identidad de Jesús, o cual es la naturaleza de la esperanza, pues estamos haciendo teología.
La pregunta no es si hacemos teología, sino qué tipo de teología estamos haciendo. Cada vez que opinamos algo acerca de Dios estamos haciendo una inferencia de carácter teológico. Por eso la teología cristiana, en su expresión organizada, no se trata de vanas especulaciones sino que es la reflexión creyente que busca entendimiento de Dios y lo que Dios ha hecho, hace y hará para reconciliar todas las cosas en Cristo mediante el Espíritu. Igualmente, teología cristiana funciona como una reflexión crítica sobre la praxis de la iglesia a la luz de la Escrituras, la historia del pensamiento cristiano y del contexto de vida contemporáneo.
Entonces, el pensamiento teológico tiene un carácter directivo: ayuda y llama a la iglesia a su fiel participación en el drama histórico de Dios. El fruto principal de la teología son las doctrinas. Las doctrinas son mapas para orientar el pensamiento cristiano haciendo referencia a los principales temas en la Biblia y planteando su relevancia para la vida de la iglesia (p.ej., doctrina de Dios, Jesús, Espíritu Santo, creación, pacto, gracia, elección, pecado, regeneración, nueva creación, etc)
Por lo tanto, la teología sistemática es necesaria para la dirección sabia del ministerio de la Palabra en la iglesia y para el cristiano que desea pensar cristianamente.
6 razones
Permítame sugerir al menos 6 razones por las cuales los cristianos, especialmente la gente en la tarea ministerial, deben estudiar teología.
- Porque toda persona tiene creencias acerca de Dios o aquella realidad absoluta que nos transciende. Por lo tanto, en un sentido todos somos teólogos. El asunto no es si hacemos teología. El asunto es si nuestra teología es buena o si corresponde al evangelio. Educarse teológicamente nos ofrece una oportunidad para examinar críticamente la coherencia, consistencia y sanidad de las cosas que creemos y practicamos. La teología sistemática nos provee herramientas para auto-analizar las creencias que sostenemos a la luz del testimonio de la Escrituras.
2. Porque las ideas afectan la vida. La teología cristiana ofrece la oportunidad de plantear la relevancia del evangelio y su protagonista—Jesús —al mundo en que vivimos. Nuestras culturas se mueven a base de ideologías y practicas que intentan hacer sentido de la vida. La manera en que pensamos afecta la manera en que vivimos y la manera en que vivimos informa cómo pensamos como comunidad e individuos. Por ejemplo, el discurso sobre la necesidad del pluralismo ideológico, religioso y otros, lleva a las sociedades seculares en Occidente a promover el relativismo filosófico como normativo en el espacio público, excepto cuando ese pluralismo reta alguna ideología imperante. Igualmente, tenemos nociones de justicia, libertad y equidad en competencia. ¿Cómo pensar cristianamente acerca de estas realidades tan importantes?
3. Porque nuestro mundo necesita de una visión cristiana que abarque la realidad social. En el Occidente industrializado vivimos en sociedades que han sido cristianizadas. Pero, al igual que Europa, vemos en los centros urbanos un movimiento acelerado hacia una situación post-cristiana. Una situación de vida post-cristiana se ve en una sociedad que ya no comparte valores, virtudes , vocabulario o ética cristiana que quizá una vez eran parte del discurso común publico. Debemos estar dispuestos a entrar en conversaciones acerca del bien común en la sociedad, con una vision más amplia de lo que es la justicia, y conociendo cómo la fe cristiana en su reflexión teológica se ha acercado y se puede acercar a esta situación.
4. Porque hay que cultivar a gente que piense teológicamente a través de todas la vocaciones: trabajadores sociales, artistas, novelistas, actores, poetas, maestros, músicos, empresarios politicos, científicos y mecánicos de autos.
5. Porque debemos ser capaces de enseñar y aplicar con precisión el mensaje del evangelio (2 Tim 2:15).
6. Porque necesitamos alimentar a la iglesia de Dios con verdadera, pura y saludable doctrina de la palabra divina. (He 20:28; Efe 4:11; 1 Pe 5:2).
7. Porque hay que administrar y dispensar los sacramentos de Cristo según establecido. (Mt. 28:19; 1 Co 11:23.)
Usted podrá ofrecer más razones y elaborar mejor algunas de las mencionadas. En fin, me parece que la opción no es entre hacer o no hacer teología. Mas bién, la opción es entre hacer teología que atienda a todas las áreas de la vida o no hacerlo, porque siempre hacemos teología de algún modo. El rol la teología en la Iglesia es tanto informar, así como formar a gente que pueda pensar y actuar con sabiduría y discernimiento en la proclamación del evangelio de Jesus.
Como dijo San Agustin de Hipona (354-430), ¡Tolle et legge!
2 Comments
Juanita
Sencillamente necesario el estudiar teologia
Nuestras vidas se enriquencen como barros en las manos del Espiritu Santo, la Palaba como agua que el alfarero va derramando sobre nosotros para darnos la forma a El quiere asi veo el estudio de Teologia.
Gracias por compartir Eddie (amo a mi trio de las 3:00pm)
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