La temporada navideña esta llena de tradiciones que no son muy navideñas, pero todavía podemos retomar espacios para crecer en familia y felicidad.
Muchas veces al ver a mis niños jugar pienso en la necesidad que tengo de ser un mejor ser humano, mejor padre, mejor esposo, mejor amigo, mejor trabajador, y más aun, un mejor seguidor de Jesús de Nazaret.
Mis niños me están enseñando por qué Jesús prefirió a los chiquitos/as. Creo que no es por su ignorancia de las cosas de la vida o su admirable inocencia. Quizas es que los niños saben depender de otros, seguir a otros, aprender a confiar, amar y esperar. El corazón infantil esta abierto a tomar formas hermosas; son vidas con apertura a la transformación y esperanza. “Dejen que los niños vengan a mi porque de ellos es el reino de los cielos”, dijo Jesús.
En esta temporada le haré regalos a mis hijos porque los amo. Pero tengo que tener cuidado de no terminar celebrando con mis acciones un impulso consumista. Es decir, no les quiero regalar una visión de que en la navidad se trata de satisfacer deseos “por cosas”. Mi deseo es que puedan ver que recibir un regalo, el que sea, es una muestra de gracia, de algo inmerecido. Dios nos ama sin que tengamos que ser lo mejores, sin trueques. Y nos ama verdaderamente, no como el Sr. Santa Clause que solo regala cuando los niños se portan bien.
Hacemos regalos porque hemos recibido regalos primero y hemos aprendido. Quiero enseñarle a mis hijos que en esta temporada, aún cuando el peso de los días se hace sentir y cuando miramos las dificultades punzantes de la realidad, podemos vivir con esperanza. Este es el regalo por el cual me quiero gastar la vida.
Con miras a Belen
Los primeros que recibieron el anuncio angelical del nacimiento del Mesías esperado fueron los pastores del campo. Eran gente pobre. Gente que sabían lo que significa luchar por sus hijos/as y familias. A estos se les anuncia “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace” (Lucas 2:14). De pronto el anuncio parece inofensivo. Se trata de admiración y paz. Pero una mirada atenta nos permite discernir lo extraordinario del aviso. El Dios de Israel, el Dios creador, aquel que bendeciría a todas las naciones (etnias) esta haciendo algo, activando un evento, generando un nacimiento e identificándose con el niño Jesús en Belén. Aquí recibimos una noticia que provoca asombro ante el Dios que esta reconciliando el mundo a través de su unico Hijo.
Si al corazón de nuestra luchas y falta de aire hay una terrible incisión que nos separa de Dios y de nuestro prójimo, en Jesús de Nazaret (el Cristo) en su nacimiento, se anticipa la paz sanadora de la herida en nuestra existencia. Dios mismo deposita su bienestar restaurador sobre nosotros cuando respondemos al llamado que hace Jesús. Llamado para que su practica, palabras, destino y futuro liberador sean nuestro tesoro y regalo. Porque allí en Belén, de una virgen, con un joven temeroso, entre paja y animales, entre los empobrecidos de la tierra, Dios se hace uno con nosotros. El es Emanuel, Dios con nosotros.
Algunas Recomendaciones
¿Cómo podemos cultivar más que un “espiritu navideño”, una pratica navideña con la familia? Pues aqui les dejo algunas recomendacione para actividades que refuercen el sentido de navidad.
1. Cuénta la historia una y otra vez. Tome oportunidades para que se lea y se cuente la historia del nacimiento de Jesús. Tome los relatos de Mateo y Lucas en sus primeros capítulos.
- Matt 1:19-25
- Matt 2:1-12
- Luke 2:1-20
- John 1:1-18
2. Crea actividades praticas con tus niños/as que resalten la epoca. Organice manualidades, música y asociaciones de símbolos como árboles y colores, y hasta de donde viene Santa Clause (¿Recuerdan la historia de San Nicolas!) con la historia del nacimiento de Jesus.
3. Busca oportunidades para practicar generosidad. Busque participar en actividades comunitarias de servicio auspiciados por iglesias. Busque hacer regalos con sus niños a personas que tengan alguna necesidad. También puede con sus niños hacer donaciones a organizaciones como Vision Mundial (pulse para ir).
Jules Martinez es predicador, profesor y conferencista. Esta completando estudios doctorales en teología sistematica en Trinity Evangelical Divinity School en Illinois y sirve en el cuerpo pastoral de la Alianza Cristiana y Misionera en EU y PR. Su blog esta dedicado a notas en teología, la vida cristiana y asuntos que se asoman en el diario vivir.