Comparto aquí la parte I de una interesante conferencia de Nelson Morales (candidato a Ph.D., Trinity Evangelical Divinity School, profesor de SETECA).
“CULTURA, DEPORTE Y ARTE EN LA BIBLIA”
El mundo que vivimos se mueve muy rápido. Los cambios implican una globalización, una tendencia a la homogenización cultural global. Modelos económico-culturales nos invaden desde el norte. Cosas positivas y negativas vienen con esa invasión. La forma de pensar, expresar emociones, relacionarnos va cambiando. En ese contexto, es bueno pensar en cómo podemos evangelizar a las nuevas generaciones de jóvenes, cómo podemos desarrollar una pastoral que lleve a esos jóvenes hacia la madurez, a la estatura de la plenitud de Cristo. Como pastores tenemos una preciosa oportunidad de formar a las nuevas generaciones creativamente. Hoy quiero reflexionar sobre las oportunidades que se nos abren tomando en cuenta una perspectiva bíblica de cultura, deporte y arte.
Cultura
La palabra cultura es muy amplia en sus significados y connotaciones, en este taller con cultura nos referimos al conjunto de conocimientos, creencias e instituciones humanas. En ese sentido, la Biblia es una mina de oro. Aunque su propósito no es científico, podemos encontrar mucha información acerca de las culturas en las cuales las Escrituras están insertas. Judíos, egipcios, babilónicos, griegos, romanos, son parte de los grupos étnicos que dejan huella de su presencia y sus expresiones culturales en el texto bíblico. Desde familias nómadas, agricultores hasta personas en grandes urbes son mencionadas una y otra vez en las páginas de la Biblia. Cada una tiene una manera de ver la vida, de expresar sus pensamientos, de reflejar su cultura. Así, al mirar el texto bíblico debemos tener cuidado de pensar en “la cultura bíblica”. La Biblia misma es un reflejo de “culturas bíblicas”. Podemos acercarnos a Dios hoy desde nuestra propia cultura. Inserta en ella estarán nuestras expresiones de arte, nuestra manera de entender las relaciones interpersonales, nuestras comidas, etc. Dios se deleita en la diversidad cultural. Gente de toda tribu, lengua y nación adoran al Padre y al Hijo en la escena escatológica (Ap 7:9-17).
Deporte
En términos generales, la Biblia no menciona mayor cosa de deportes. En el Nuevo Testamento se mencionan de manera tangencial aunque siempre positivamente. Se usa el lenguaje deportivo para ilustrar la vida cristiana y ministerial. Quien más alude a los deportes es el apóstol Pablo. Sus lectores estaban muy familiarizados con los juegos olímpicos(Atenas) y los ítmicos (Corinto). Eso nos sirve para inferir algunas ideas. Por ejemplo, la vida cristiana se compara a una carrera (Hch 20:24; Gál 2:2, 5:7;Fil 2:16). Así como los atletas, el creyente debe enfocarse en la meta (2 Ti2:4-5; 1 Co 9:24-27), debe tener la perseverancia de un atleta (Heb 12:1; Fil3:12-14; 1 Ti 6:12; Ap 3:11), hay una recompensa, una corona al final de la carrera (2 Ti 4:7-8; 1 Co 9:25; 1 Pe 5:4; Ap 2:10). El creyente lucha legítimamente de acuerdo a las reglas y obtiene el premio como un atleta (2 Ti4:5).
Estos ejemplos nos ilustran que la práctica de deportes tiene buenas enseñanzas para la vida cristiana. Enseña la disciplina, el trabajo en equipo, la perseverancia, mirar a la meta, desempeñarnos siguiendo las reglas del juego, etc. Otras actividades humanas pueden contribuir en esa dirección, pero la práctica de algún deporte las fomenta de mejor manera. Pablo está consciente de la utilidad que tiene el deporte cuando en una comparación del tipo menor/mayor dice que los deportes son de utilidad en el plano terrenal, pero que el ejercicio de la piedad es de mayor utilidad pues es beneficioso en el plano terrenal y en el plano eterno (1 Tim 4:8).