Hay momentos en que la familiaridad con conceptos y vocabulario bíblico es contraproducente. Entre iglesias protestantes evangélicas la enseñanza publica usualmente hace énfasis sobre la muerte de Jesús como evento que habilita nuestra unión con Cristo, es decir, la salvación. Sin embargo, son poco los mensajes que recuerdo que traten lo que se puede decir es el tema principal de la predicación de Jesús: el reino de Dios. La consecuencia de esta gran ausencia es que carecemos de una noción de cómo relacionar el reino y la redención.
Entonces nos encontramos con un buen libro. Viene Michael Bird (Ridley Melbourne College) y asevera: “En un venerable banquete de exegesis bíblica, teología bíblica, y reflexiones sistemáticas, Treat muestra cómo el reino de Dios y la redención de Dios son ambas el resultado de la cruz de nuestro Señor crucificado.” Y Kevin Vanhoozer (Trinity Evangelical Divinity School) dice: “Jesús vino proclamando el Reino de Dios y luego murió en la cruz… [Este libro] choca de frente con este gran acertijo en el Nuevo Testamento…” Estas dos personas representan parte de los mejores académicos hoy día en Nuevo Testamento y teología sistemática respectivamente.
El libro es The Crucified King: Atonement and Kingdom in Biblical and Systematic Theology por Jeremy Treat (PhD, Wheaton College). ¿Cuál es la relación Bíblica y teológica entre el reino de Dios y la muerte expiatoria de Cristo en la cruz?
La respuesta no es tan sencilla como pareciera. Establecer la trayectoria de temas y conceptos a través de la Biblia requiere más que sensibilidad histórica. Requiere igualmente de sensibilidad literaria, lingüística, canónica y teológica; particularmente con temas tan abarcadores como reinado de Dios.
Para enmarcar su proyecto Treat nos recuerda que nos encontramos con varias dificultades. Hay una división entre gran parte de la academia y cómo gran parte de la iglesia lee la Biblia. La Biblia, su comprensión y uso, son claves aquí.
El reino de Dios (RD) y la expiación (EXP) han sido separados, colapsados, difuminados o confrontados. En su introducción Treat propone 6 maneras en que se ha afectado el asunto, hace observaciones breves sobre la historia de interpretación, se acerca a la relación entre teología bíblica y teología sistemática y luego procede a ofrecer definiciones de sus términos principales.
Para esta postal comenzamos con notar las 6 maneras en que la relación reino/cruz han sido afectada. Luego miraremos el resto antes de entrar en materia en el capitulo 1.
Ok, 6 factores que han afectado.
- La relación entre RD y EXP se ha afectado por “debates reaccionarios” entre aquellos que enfatizan el reino o la cruz. Un ejemplo de esto es el surgimiento de la Evangelio Social de Walter Rauschenbusch que no le presta atención al sacrificio expiatorio.
- La fragmentación de la Biblia como Escritura que ocurre como resultado del iluminismo/modernidad en académica en estudios bíblicos que resulto en cortar la relación presumida entre el concepto del reino y la cruz.
- La separación académica entre las disciplinas de teologia bíblica y teología sistemática.
- El aislamiento de los Evangelios como fuente de teología. Antes se asumía que los evangelistas eran meros historiadores, pero ahora se les reconoce como teólogos interpretando historicamente el ministerio de Cristo.
- La sistematización excesiva o analítica de temas doctrinales. Por ejemplo, el Munus Triplex en la escolástica protestante sobre los oficios de Cristo como profeta, sacerdote y rey.
- Una visión equivocada del reino o la cruz o un reduccionismo sobre lo que implican. Por ejemplo, si se piensa en el evento de la cruz como solamente relacionado a la salvación personal y el reino solo como una realidad futura.
¿Qué te parecen estas observaciones? ¿Hay otros factores que han contribuido a la separación entre RD, EXP, teología bíblica y sistemática?
One Comment
Louis E. Colon
Magnífico, Jules. Gracias por compartir con nosotros reflexiones de buenos libros.
Soy discípulo, de alguna forma u otra, de Martin Lutero y de Juan Wesley. Ambos tuvieron experiencias de conversión extraordinarias que generaron formas dinámicas de pensar e interpretar las Sagradas Escrituras. Lutero, profundamente impactado por su descubrimiento de la doctrina de la justificación por la fe en las
sagradas Escrituras, se lanza a una vida transformada por esa verdad desde la cual evalúa otras doctrinas y hasta las mismas Escrituras (considerándolas valiosas si presentaban o contribuían al esclarecimiento de la justificación). Wesley, por otro lado, descubre tal justificación habiéndose entregado a una forma de pensar sobre Dios y la Biblia que requería santidad. Su descubrimiento alrededor de su experiencia de Aldesgate sobre Jesús amándole a él personalmente le embarca en una consideración sería de la justificación divina por medio de la fe que entiende él lo faculta para vivir una vida santa. Mi punto es que nuestras experiencia con Dios nos marcan, impactando nuestra forma de ver las cosas y ayudándonos a cambiar muestra forma de vivir… Y ese impacto también modifica nuestra interpretación de la Biblia. Una verdad recibida con gozo y entusiasmo (y hasta en medio de alguna crisis) transforma nuestro modo de ver las cosas de tal modo que influencia nuestra forma de pensar de allí en adelante. Y supongo que requiere otro impacto de la Palabra de Dios para mostrarnos otras formas de pensar, de vivir, de comunicarnos. Cuando vivimos al sol de una verdad, se hace difícil las estrellas que no son menos verdad, pero que nuestra lejanía de ellas nos precipita a ver las cosas solo desde la perspectiva de nuestro sol. Dios es grande y creo que a través de nuestra vida, nos lleva a descubrir verdades vitales que capturan nuestra atención por un tiempo, y luego se balancean con otras verdades de Dios. Pienso que ese puede ser el caso con consideraciones sobre la salvación en la cruz, casi siempre proclamado con un énfasis individualista y pietista, por un lado, y consideraciones sobre el reino de Dios (donde muchos ven solo la necesidad de jaurocis social). Una verdad, pienso, debe ser aprendida, y con el tiempo, incorporada en compañía de otras verdades aprendidas. La fe en la salvación obrada por Jesús puede ser estimada en conjunto con el reino de Dios que lo enmarca.