El agotamiento en el ministerio pastoral esta siendo motivo de estudio (vease articulo del NTY), y esto comprende tanto el cansancio físico como emocional.
Se ha llamado la atencion al tipo de agotamiento que produce ciertos síntomas que afectan sistemáticamente a la persona. Aquí el termino más conocido en la literatura en ingles es “burnout”. “Burnout” o sindrome de agotamiento se referiere usualmente a la experiencia crónica que procede de una relación no saludable en el espacio de trabajo donde la persona sufre de constante cansancio, ansiedad e inefectividad a través de largos periodos de tiempo. Y estos síntomas se encuentran frecuentemente en personas que ejercen profesiones que requieren de una participación intensiva, como lo es el ministerio pastoral.
Un segundo articulo tratando el tema en el NYT se titula Congregations Gone Wild. Aqui la atencion yace sobre el rol de la congregación, su ethos y expectativas para con sus pastores. MacDonald (un pastor metodista) plantea que ante la falta de descanso de los ministros parece haber un problema más fundamental: “la presión congregacional para olvidar nuestro llamado más alto”. Muchos se encuentran ante tantas exigencias que
“como resultado los pastores están constantemente forzados a escoger, a medida que trabajan a través de los deseos diarios de sus congregantes en sus correos electrónicos y llamadas, entre caminos de integridad personal y aquellos que presentan una mayor seguridad de trabajo. A medida que la religión se ha vuelto una experiencia de consumo, el clero se ha vuelto más infeliz y poco saludable.”
Bueno, concediendo la generalización, se está apuntando a un fenómeno cultural importante: la mentalidad que tenemos de consumidores, como si estuviéramos en un centro comercial donde uno paga por ciertos servicios e ignora otros. La implicación es que congregaciones que demandan de sus pastores el ser entretenidos, atendidos y no formados, confirmados pero no confrontados, comodidad sin ser conmovidos, status quo en ves de la vida sacrificial de reconciliación, reflejan ese espíritu de consumo. Después de todo, lo único que tiene que hacer el congregante es irse a otra iglesia cristiana que en su preferencia tenga el ofrecimiento o “producto” que busca. Pero los pastores, dice MacDonald,
creen que han sido llamados a formar vidas para algo mayor, y eso envuelve ayudar a la gente a hacer lo que es correcto en la vida, aun cuando lo correcto es también lo difícil. Cuando están siendo verdaderos a su llamado, los pastores urgen a los cristianos a hacer la difícil tarea de la reconciliación unos con otros antes de recibir la comunión… Dirigen a la gente a compartir el sufrimiento de otros, incluyendo con personas que preferirían ignorar… y a buscar alivio para aquellos en necesidad. En sus momentos de más valentía, los ministros dirigen a a la gente a donde no estaban pidiendo ir, porque así es que se expande el rango de asuntos que les preocupan y como se forma una comunidad santa.
Además añade,
El clero necesita a congregantes que entiendan que la iglesia existe y siempre ha existido para salvar almas… Ellos necesitan que los feligreses les pidan retos personales en áreas como devociones diarias y ministerios de alcance.
Cuando tal ética agarra raíz, como lo ha hecho en generaciones pasadas, entonces pastores cesaran de sentirse como los equivalente espirituales de concierges [servicio al cliente]. Entonces conocerán de nuevo la alegría de ministrar entre gente que comparte su sentido de propósito. Quizás hasta ellos se encenderán nuevamente por su llamado, en vez de estar en camino a un agotamiento [burnout] prematuro.”
Las observaciones tienen un aspecto provocativo y quizas el argumento es un tanto “simplista”, como me menciono un amigo pastor. Estoy de acuerdo. Pero de todas maneras el papel de las expectativas de las iglesias y su rol en fomentar la tension que cargan sus pastores debe ser examinado. Y aunque las observaciones se refieren al contexto inmediato de la iglesia cristiana Protestante en los Estados Unidos, me parece que en nuestros paises latinoamericanos tenemos situation similares. ¿Que piensan?
En la proxima nota nos acercaremos al asunto de las tensiones y sufrimientos en el ministerio pastoral desde una perspectiva biblica y teologica. Seguiremos la recomendacion de un amigo sobre un ensayo escrito por Ajith Fernando y lo estaremos añadiendo a la conversación.